Convertidor de Óxido AMBRO-SOL 250 ml

• Transformación del óxido: Convierte el óxido en un compuesto estable, eliminando la corrosión y evitando su propagación.
• Fácil aplicación: Puede aplicarse directamente sobre superficies húmedas, facilitando su uso en distintas condiciones.
• Ahorro de tiempo y esfuerzo: No requiere la eliminación total del óxido antes de su aplicación, agilizando el proceso de mantenimiento.
• Mayor durabilidad: Prolonga la vida útil de las piezas metálicas al detener y prevenir la oxidación.

Descripción

El Convertidor de Óxido Ambro-Sol 250 ml es una solución avanzada diseñada para combatir la oxidación y proteger superficies metálicas de forma efectiva y duradera.
Este producto transforma el óxido en una superficie firme y estable, creando una base ideal para aplicar tratamientos adicionales como antioxidantes o protectores de zinc.
Su fórmula de alto rendimiento, soluble en agua y de fácil aplicación, permite su uso en una amplia variedad de sectores, como la construcción, la industria automovilística, la agricultura y el bricolaje.
Con un tiempo de secado rápido y un rendimiento excepcional, este convertidor es indispensable para prolongar la vida útil de tus piezas de metal y prevenir futuros daños por corrosión.

Recomendaciones de uso:
Limpia la superficie oxidada eliminando polvo y residuos con un paño húmedo antes de aplicar el producto.
Agita bien el frasco antes de usarlo para garantizar una mezcla uniforme.
Usa un recipiente de plástico o vidrio para verter la cantidad necesaria, evitando mojar el pincel directamente en el envase.
Aplica una capa uniforme del producto con un pincel, incluso si la superficie está húmeda.
Asegúrate de repintar la superficie tratada con un antioxidante o protector de zinc dentro de las 24 horas posteriores a su aplicación.

Recomendaciones de mantenimiento:
Limpia los utensilios utilizados inmediatamente después de su uso con agua para evitar que el producto se solidifique en ellos.
Almacena el producto en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor, para preservar su eficacia.
Verifica periódicamente las superficies tratadas para asegurarte de que el recubrimiento permanece intacto y, si es necesario, reaplica el producto.